¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad respiratoria crónica. Se caracteriza por una inflamación de los bronquios que provoca su estrechez u obstrucción, que dificulta el paso del aire.
¿A quién afecta?
El asma es una enfermedad muy frecuente. Se da más a menudo en hijos de mujeres fumadoras durante el embarazo, padres con asma o enfermedades alérgicas y niños expuestos al humo del tabaco.
Habitualmente empieza en la niñez, aunque puede darse a cualquier edad.
Cuando empieza durante la época de bebé o bien en los primeros 2-3 años de vida, la enfermedad suele tener un curso más corto, y muchas veces al llegar a los 5-7 años el niño está libre de síntomas, sobre todo si no hay alergias. Cuando empieza más tarde, la duración de la enfermedad suele ser más larga.
¿Qué síntomas tiene el asma?
- Sensación de dificultad para respirar, de falta de aire o de ahogo.
- Tos seca (sin expulsar moco).
- Sensación de tener ‘pitos’ o silbidos en el pecho.
- Sensación de tirantez o de presión en el pecho.
Estos síntomas suelen empeorar durante la noche y la madrugada. Cuando se presentan de manera repentina se denomina ‘crisis de asma’.
En otras ocasiones, la enfermedad se puede manifestar por la presencia de los anteriores síntomas tras hacer ejercicio, es lo que se denomina ‘asma de esfuerzo’.
Se dice que el asma es una enfermedad crónica porque estos síntomas tienden a repetirse. Un pequeño grupo de niños asmáticos, los más graves, sufrirán síntomas de manera continuada, sin periodos libres.
Es muy importante que tanto los padres como el niño/niña, cuando sea más grande, sean capaces de reconocer todos estos síntomas para así poder aplicar las pautas de actuación que previamente les habrá dado su pediatra.
¿Qué factores hacen que aparezca el asma?
Hay muchos factores que pueden desencadenar la enfermedad, los más importantes son:
- Las infecciones respiratorias víricas (que son el principal desencadenante en los niños pequeños).
- Los ácaros del polvo doméstico, los pólenes, los animales domésticos y los hongos de la humedad.
- El humo del tabaco.
- Irritantes como insecticidas, pinturas, olores intensos...
- El ejercicio físico.
¿Por qué hace falta tratar el asma?
El objetivo es conseguir que el niño pueda llevar una vida normal para su edad, que haga deporte y que sufra el mínimo número de crisis posible.
¿En qué consiste el tratamiento?
Hay dos tipos de medicamentos:
- Los medicamentos broncodilatadores: hacen que los bronquios se abran y pueda entrar mejor el aire. Se utilizan durante periodos cortos para el tratamiento de la crisis y para la mejora rápida de los síntomas. La vía de administración de estos fármacos es siempre inhalada.
- Los medicamentos antiinflamatorios: corrigen la inflamación de los bronquios. Se utilizan durante largos periodos de tiempo, incluso en los intervalos en que el niño no tiene síntomas. Los principales fármacos antiinflamatorios son los corticoides inhalados. También en algunos niños están indicados los antileucotriens vía oral.