En la primera parte del acto, Manuel Lecha explicó como el año 1974, desde la Fundación Bayt-Al Thaqafa, Teresa Losada se convirtió en una pionera del trabajo social con la población inmigrada procedente de los países musulmanes, en el barrio de la Ribera de Barcelona y en Sant Vicenç dels Horts. Bayt al-Thaqafa es una entidad sin ánimo de lucro que trabaja por la inclusión social de estos colectivos. El objetivo de la fundación es facilitar su integración social y cultural en nuestra sociedad sin perder sus rasgos de identidad, fomentando el diálogo y el intercambio entre las culturas. A través de un programa de acogida, información, orientación y asesoramiento atienden a personas recién llegadas sobre aquellos temas más prioritarios y relevantes para su adaptación y acomodación. También realizan asesoramiento jurídico sobre temas legales y normativas de extranjería. Uno de los programas de formación de Bayt es el curso para mediadores interculturales sanitarios. La propuesta de formación se realizó en el mes de febrero de 2006 en la EUI Sant Joan de Déu que, en el mes de abril del mismo año, iniciaba la primera edición. En este sentido, Amèlia Guilera explicó la apuesta que tanto la EUI como el Centro Docente han hecho y hacen por la formación en temas sociales y la satisfacción que representa colaborar en estos proyectos.
En la segunda parte contamos con la presencia de tres ex alumnos del curso, Mariam Boubri, Aziz Baha y Syed Saeed que explicaron su experiencia personal como inmigrantes y estudiantes del curso, y de qué manera les ha influido en su formación profesional y personal .
Para cerrar el acto se pasó un DVD con imágenes de las conferencias impartidas en las clausuras de cada promoción. Fue un recorte de los fragmentos más significativos de cada una de ellas y terminamos con las sabias palabras de Teresa Losada sobre la necesidad del diálogo interreligioso, de la apertura hacia los demás y la complementariedad de todas las religiones, de salir de dogmatismos y encontrar lo que nos une y de plantear la educación como la herramienta imprescindible para poder pasar del diálogo a la convivencia real.
En las seis ediciones en que hemos impartido el curso, hemos contado con la presencia de 49 estudiantes procedentes de Marruecos, 27 paquistaníes, 4 argelinos, 1 polaco, 1 maliense, 1 nigeriano, 1 colombiano, 5 senegaleses, 1 de Guinea Ecuatorial, 1 ucraniano, 1 de Sierra Leona, 3 chinos, 3 catalanes, 1 nepalí, 1 ruso, 2 rumanos, 1 sirio, 1 hindú y 1 inglés. La formación de estos estudiantes ha sido el objetivo del curso pero cabe destacar que sus experiencias personales han sido, a la vez, aprendizaje para todo el profesorado.
Queremos agradecer especialmente al profesorado, que ha colaborado en la realización del curso, su participación, entusiasmo y profesionalidad. Sin ellos y ellas tampoco habría sido posible.