Recomendaciones generales - Es importante tener en cuenta ciertas normas de higiene, en el transcurso del viaje, para evitar cualquier alteración de la salud.
Pese a haber tomado cualquier medicación preventiva, la posibilidad de contraer paludismo no desaparece de forma absoluta. Si durante el viaje aparecieran síntomas de paludismo, como: fiebre, sudoración y escalofríos, aunque se tome profilaxis medicamentosa, hará falta consultar un médico.
Cuidado con los alimentos – Se aconseja no comer ninguna fruta sin pelar ni ninguna verdura cruda. La carne y el pescado no deben consumirse crudos ni poco hechos. Hay que ir con cuidado con la repostería y los helados, por su fácil contaminación. No se debe comprar alimentos a vendedores ambulantes ni se debe consumir leche ni sus derivados sin higienizar
Cuidado con el agua - Por causa de la climatología que hay a los trópicos, es aconsejable ingerir líquidos abundantemente. Es recomendable beber agua embotellada, que debe ser abierta delante nuestro. Se ha de ir con cuidado con los cubitos de hielo, porque pueden estar preparados con aguas contaminadas. En caso de aguas potencialmente peligrosas, se aconseja el tratamiento con lejía, a fin de que sean aptas para el consumo humano: se necesitan 2 gotas por litro de agua y, después, esperar 30 minutos o consumir agua hervida durante 10 minutos.
Higiene personal - A causa de la gran sudoración que se produce en los países tropicales por la temperatura y el exceso de humedad, es importante realizar una limpieza corporal adecuada.
Protección contra los animales- Hay que evitar el contacto con cualquier tipo de animales, incluidos los domésticos, puesto que pueden no estar controlados sanitariamente.
Diarrea del viajero - Frecuentemente se origina por la ingestión de alimentos en malas condiciones. Para prevenirlas hay que tomar medidas preventivas con el consumo de agua y alimentos no contaminados. Cuando ha aparecido, además del uso de anti diarreicos, se debe beber mucha agua para evitar la deshidratación, sobre todo, los niños y ancianos, por su gravedad. El uso preventivo de antibióticos no está recomendado. Algunas personas pueden necesitarlos; en estos casos, hará falta tomarlos en las dosis y pautas de administración prescritas por el médico.
Dolores de estómago - Pueden surgir por abusar de picantes, condimentos, bebidas alcohólicas o frutas ácidas. Para resolver el problema, a veces es suficiente con restablecer el equilibrio alimentario con una dieta apropiada.
Exposición al sol – Se aconseja el uso de sombrero y gafas de sol y de cremas con filtros solares protectores. El exceso de calor y humedad puede provocar agotamiento, deshidratación o un golpe de calor, por lo tanto, se debe beber muchos líquidos. Las infecciones por hongos pueden complicarse con el calor y la humedad.
Alergias - Se debe prever una posible agudización de una alergia, por el contacto con alérgenos, el cambio estacional u otros factores ambientales.
Accidentes - Los de tránsito son frecuentes en países tropicales y son una de las principales causas de muerte del viajero. Para evitarlos se deben cumplir estrictamente las normas de tránsito vigentes.
Enfermedades de transmisión sexual - La transmisión de la mayor parte de estas infecciones no se produce tan sólo por contacto sexual (heterosexual u homosexual; vaginal, anal u oral); la madre infectada puede contaminar también su hijo, durante el embarazo, el parto o tras el nacimiento, y ciertas infecciones (en particular el sida, la hepatitis B y la sífilis) pueden ser transmitidas, asimismo, por la sangre o los hemoderivados contaminados y por el uso de agujas infectadas.
El preservativo es el medio más eficaz por evitar el contagio d?estas enfermedades durante las relaciones sexuales.
Para evitar el contagio a través de la sangre nunca se deben compartir agujas, jeringas ni cualquier otro material (hojas de afeitar, cepillos de dientes, utensilios para tatuajes o acupuntura, etc.). La mayoría de los países desarrollados han dictado normas para el tratamiento adecuado de la sangre y sus derivados, pero en algunas zonas de determinados países no es posible, disponer de estos productos con las garantías suficientes, por lo cual, si es necesaria una transfusión o el uso de hemoderivados, se debe tener en cuenta este riesgo de posible transmisión de enfermedades.
Hay que tener en cuenta, que no hay peligro de transmisión del sida por el hecho de usar transportes públicos, por contactos a través de las manos (saludos, caricias...), por el uso de baños públicos o enseres de comida y que esta enfermedad no se transmite a través de la picadura de mosquitos o de otros insectos.
Problemas con la altitud - En las áreas de gran altitud, las personas con enfermedades del corazón y el pulmón pueden tener descompensaciones peligrosas. Además, se puede tener insomnio, ansiedad, dolor de cabeza, etc. Para evitar estas alteraciones, se ha de ir realizando una adaptación progresiva.
Trastorno de horario o jet lag - Los cambios horarios en los viajeros provocan a menudo: insomnio, irritabilidad, malestar, astenia, etc.
A la vuelta - Algunas enfermedades tropicales no se manifiestan inmediatamente; puede suceder que se presenten bastante tiempo tras el retorno. En el supuesto de que os haga falta ir al médico, debéis informarle de que habéis realizado un viaje en los últimos 12 meses a una zona tropical o un país en vías de desarrollo.