Estar expuesto de manera regular al humo del tabaco puede provocar infarto agudo de miocardio, al margen de otras patologías graves como por ejemplo varios tipos de cáncer, seamos o no fumadores. En Enero de 2006 entró en vigor la ley de medidas contra el tabaquismo (Ley 28/2005) y sus consecuencias han sido evaluadas recientemente en el artículo Estadísticas de alta hospitalaria del infarto agudo de miocardio: declive aparente con la extensión de espacios sin humo. (Rev Esp Cardiol.2009; 62(07) :812- 5).
Los autores son un grupo de profesionales del Servicio Catalán de la Salud, el Departamento de Salud de la Generalitat y la Agencia de Salud Pública de Barcelona: Joan Ramon Villalbí, Antònia Castillo, Montse Cleries, Esteve Saltó, Emília Sánchez, Rosa Martínez, Ricard Tresserras y Emili Vela.
El estudio se basa en la Región Metropolitana de Barcelona (5 millones de habitantes) como área sanitaria, donde se recogieron las altas hospitalarias de residentes mayores de 24 años con un diagnóstico principal de infarto agudo de miocardio (IAM) y en el periodo 2004- 2006. Durante el 2006 se detecta un descenso en la tasa de infartos de un 11% para hombres y un 9% para mujeres, aplicadas las oportunas correcciones metodológicas, puesto que existía una tendencia bajista en los ingresados de más edad y se habían producido adelantos importantes en el abordaje precoz de la enfermedad. Según estas cifras, que suponen una reducción importante, se habrían evitado 156 infartos en toda la región metropolitana.
Desde la Agencia de Salud Pública de Barcelona, el Dr. Joan Ramon Villalbí, primer firmante del artículo, señala que “la implantación de normas que prohíben fumar en espacios públicos y de trabajo han repercutido en una reducción de infartos de manera inmediata y mucho más elevada de lo que se esperaba”. El Dr. Villalbí, partidario de una extensión de la Ley a todos los bares, restaurantes y locales de ocio, recuerda a los cardiólogos y médicos en general que “hace falta comunicar a los pacientes los riesgos de fumar y pasar horas en espacios llenos de humo” y hace un llamamiento a los profesionales por “continuar recomendando a los pacientes fumadores que abandonen el hábito y a todos los pacientes que sufren dolencias coronarias y cardíacas que eviten los espacios con humo”.