Según las estimaciones de la OMS, más de 17.1 millones de personas murieron en 2004 de infarto de miocardio o de accidente vascular cerebral (AVC). Al contrario de lo que se suele creer, 4 de cada 5 de estas muertes se registraron en países de bajos y medianos ingresos, y afectaron por igual a ambos sexos.
El aspecto positivo es que el 80% de los infartos de miocardio y de los AVC prematuros son prevenibles. Los expertos recomiendan llevar una dieta sana, consumiendo abundantes frutas y verduras, cereales integrales, carnes magras, pescado y legumbres, y poca sal y azúcar; practicar actividad física regular, de al menos 30 minutos diarios; y el abandono del consumo de tabaco.
Por otra parte, hay toda una serie de medidas de control que también ayudan a verificar el estado de nuestra salud cardiovascular:
- La Medida de la tensión arterial: La hipertensión suele ser asintomática, pero puede causar infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares.
- El control de azúcar en la sangre: El exceso de azúcar en la sangre (diabetes) aumenta el riesgo de infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Si se padece diabetes, para reducir dicho riesgo es muy importante que se controle la tensión arterial y el azúcar en la sangre.
- El control de lípidos en la sangre: El aumento del colesterol en la sangre incrementa el riesgo de infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares. El control del colesterol en la sangre requiere una dieta saludable y, si fuera necesario, medicamentos apropiados.