Las políticas sanitarias deben volver a primaria

  • Publicado el 03 de Diciembre de 2008

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La violencia de género, la nutrición, el deporte, la salud mental y la salud medioambiental encontraron su lugar en un foro donde participaron más de 5.000 especialistas.

Durante el congreso celebrado por Semfyc se incidió en mejorar la coordinación entre medicina primaria y especializada, la participación de los ciudadanos, la extensión del uso de guías de práctica clínica, la formación de los profesionales, evaluar la receta electrónica, y potenciar la capacidad de promoción de la salud y prevención inherente al nivel asistencial.

Para Semfyc, el profesional de la salud debe ser consciente y reaccionar ante los problemas sociosanitarios. Prueba de ello fue la conferencia inaugural que corrió a cargo del juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska sobre la violencia de género, donde el profesional de la salud tiene un importante papel que hacer, como demuestra un estudio realizado entre más de 400 médicos y enfermeras de primaria.

De este modo, según explicó Carmen Fernández, experta de Semfyc en la materia, el profesional de la salud con formación en violencia de género puede identificar de forma precoz el doble de casos que si no lo está —2,9 casos por cada 1.000 mujeres frente a 1,6— y sin embargo, este aspecto no está recogido en su aprendizaje.

Algo especialmente relevante si se tiene en cuenta que el 96 por ciento de las mujeres afectadas pasó por su centro de salud el año previo —el 41 pidió cita una vez al mes de media, es decir, más del doble que el resto de la población— y sin embargo, más de la mitad llevaba más de seis años de evolución de maltrato cuando se produjo el diagnóstico. Además, la mayoría presentaba alguna patología asociada, como ansiedad (61 por ciento) o depresión (41) lo que se correspondía con que más de la mitad consumía psicofármacos.

Por su parte, el magistrado aseveró que la legislación actual protege de forma adecuada a la mujer, por lo que ahora hay que trabajar para que ésta se pueda materializar. De ahí, que a su juicio, haya que plantearse crear servicios específicos de violencia de género dentro de la atención primaria, ya que pueden ser el sitio más adecuado para que la mujer pueda contar su experiencia a un profesional.

"Los profesionales médicos no deben tener miedo a abordar el tema, a equivocarse, sino la responsabilidad de formarse y sensibilizarse ante este cáncer social", comentó.