Prevención del insomnio

  • Publicado el 08 de Diciembre de 2008

A través de este formulario indícanos tus dudas y consultas sobre la formación que desarrolla el Campus Docent Sant Joan de Déu o bien sobre el centro.

Image CAPTCHA
Introduce los caracteres que se muestran en la imagen.

A través de este formulario indícanos las dudas y/o sugerencias referentes a tu formación. Te responderemos a la mayor brevedad.

Image CAPTCHA
Introduce los caracteres que se muestran en la imagen.

Antes de instaurar un tratamiento, el paciente debe de tomar una serie de medidas que pueden ayudarle a evitar su insomnio.

Lo primero que hay que tener en cuenta, es que no todo el mundo al que le cuesta dormir, es un verdadero insomne. El individuo debe de permanecer tranquilo y no obsesionarse con su dificultad para dormir, ya que si lo hace, cada vez le será más difícil lograrlo.


No es necesario dormir 8 o 10 horas diarias, pudiéndose vivir perfectamente aunque sólo se duerman 5 horas al día. Cada persona tiene unas necesidades individuales, y el dormir menos que otras no quiere decir realmente que se sea insomne.


Por otra parte, es absolutamente normal que los pacientes ancianos duerman menos de noche, pero eso no supone que se pueda producir un daño en su organismo, sino que es una situación normal y fisiológica que acompaña a la vejez.


Es importante para evitar el insomnio tomar una serie de medidas:

 

  • a) Hora de acostarse. El sueño presenta un ritmo, que si nos saltamos, puede dar lugar a alteraciones del mismo. En primer lugar, el individuo debe tratar de dormirse más o menos a la misma hora todos los días, ya que si se acuesta antes, el organismo no reconoce que ha llegado su "hora de dormir", y no lo va a hacer. Permanecer en la cama despierto, sobre todo cuando al día siguiente se debe de madrugar, puede dar lugar a una ansiedad origine una dificultad para dormir.

  • b) Hora de despertarse. También es importante tener constancia de que la hora a la que nos levantamos, condiciona la hora a la que nos entra sueño. Se debe por tanto intentar levantarse siempre a la misma hora, incluidos los fines de semana, o por lo menos hacer que estas horas no difieran demasiado.

  • c) Siestas. Una persona que presenta insomnio, no debe nunca intentar recuperar el sueño perdido durante el día, ya que esto agravará su insomnio nocturno. El individuo debe intentar mantenerse despierto. Después de la comida, que es la hora a la que uno suele echarse la siesta, es recomendable realizar alguna actividad que nos distraiga e impida que nos durmamos.

  • d) Alimentación. No es recomendable irse a la coma con hambre o con el estómago demasiado lleno. También hay que tener en cuenta que ciertos alimentos pueden estimular la corteza cerebral, sobre todo infusiones estimulantes como el café, el té o el mate. Por tanto, no deben de consumirse estas sustancias por la tarde, como regla general, y deben de ser evitadas en pacientes con insomnio. De igual manera, alimentos como la leche, ricos en triptófano, pueden producir ciertos efectos sedantes.

  • e) Ejercicio. Realizar un ejercicio a lo largo del día puede originar un cansancio beneficioso, pero si se realiza 3 horas antes de acostarse, puede dar lugar a una estimulación nerviosa. Se debe evitar por tanto realizar ejercicios a última hora de la tarde.

  • f) Ritual. Seguir una serie de pasos antes de acostarse, como puede ser ponerse el pijama, lavarse los dientes, cepillarse el pelo o tomar un baño, puede dar a entender al organismo que se acerca la hora de dormir.

Lo más importante es que el individuo se relaje antes de acostarse. No tiene sentido intentar dormirse cuando uno está hiperexcitado, por lo que previamente pueden ser útiles medidas de relajación. El ambiente en la habitación debe ser el adecuado, con una iluminación, temperatura y nivel de ruidos adecuados.

 

Además, el individuo debe evitar todas aquellas situaciones que le preocupen, por lo que se debe evitar mirar el reloj. Si aun así, la persona no puede dormirse, es preferible levantarse de la cama y esperar a que la entre sueño, antes que quedarse en la cama.