Desde hace años surgen voces continuas que denuncian el déficit de médicos que padece Galicia. El de enfermeros, a la vista de las estadísticas, es peor. La comunidad presenta una proporción de 487,26 profesionales por cada cien mil habitantes.
En España esta cifra asciende a 536,62; en la Europa de los 27 a 808,48; y en la de los 15 a 860,24. Esto implica que para alcanzar la media de la actual UE, la comunidad precisa de nueve mil profesionales. Para al menos posicionarse en la media estatal, se necesitan unos 1.400 enfermeros.
Uno de los datos que mejor reflejan la escasez de este colectivo es su relación con el número de médicos. En Galicia hay 13.327 enfermeros y 11.763 facultativos, es decir, la proporción es casi del 50-50 (en concreto del 53-47), cuando según la organización colegial de enfermería debería situarse en un 70-30. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) relativos al 2007 reflejan que hay incluso una comunidad (Murcia) en donde hay más médicos que enfermeros, y la única autonomía que se acerca a la proporción óptima es Melilla (66-34), aunque en este caso es por su claro déficit de médicos.
Irlanda, a la cabeza
Galicia se sitúa en intervalos similares a los de países como Rumanía, Bulgaria o Portugal en dotación de estos especialistas, y por debajo de otros como Eslovenia, Letonia o Hungría -solo hay cinco países de los 27 de la UE con menor proporción que España-. A la cabeza se sitúan los países más avanzados como Finlandia, el Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Países Bajos y sobre todo Irlanda, con 1.862 enfermeros por cada cien mil habitantes.
Por comunidades, Navarra ocupa la mejor posición (con 913,51), a gran distancia de Cantabria, que ocupa el segundo lugar. Y por detrás de Galicia tan solo se sitúan Valencia, Canarias, Andalucía y Murcia.
Esta escasez es reconocida incluso por otras categorías profesionales, que además ven cómo deben asumir tareas que no les corresponden debido al déficit de enfermeros. El presidente de la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria, Carlos Maiz, afirmaba hace unos meses que el problema de Galicia no es la falta de pediatras, sino su mala distribución y sobre todo la falta de otros profesionales. En Alemania, por ejemplo, hay tres enfermeras por pediatra. «Aquí, los que estamos bien contamos con una, pero lo normal es que haya que compartir», aseguraba.
Esta carencia puede agravarse en unos años, ya que cuando esta titulación se adapte al modelo europeo -Enfermería será una de las carreras que esperen al último año de implantación de Bolonia, el 2010-, la diplomatura de tres cursos se convertirá en un grado de cuatro, por lo que habrá un año en el que no salgan titulados de las escuelas de la comunidad.
Una de las reivindicaciones de estos profesionales a nivel gallego y estatal es la creación de especialidades. Ahora mismo hay dos (salud mental y obstétrico-ginecológica -matrona-), pero el Gobierno ha aprobado un real decreto que recoge otras cinco, aún sin desarrollar, y para las que todavía es necesario articular una formación (EIR, enfermeros internos residentes). Estas cinco especialidades a mayores son pediatría, geriatría, del trabajo, médico-quirúrgica y familiar y comunitaria.
Font original: "La Voz de Galicia"