La rabia es una encefalomielitis aguda causada por un rabdovirus que afecta un gran número de mamíferos y el ser humano. Se trata de una zoonosi grave: la importancia de esta enfermedad para la salud pública no se debe de tanto a su morbilidad como su letalidad, puesto que es una enfermedad casi siempre mortal.
La transmisión de la rabia de los animales al ser humano se produce por la introducción del virus a través de la saliva, generalmente por un mordisco y, más raramente, por arañazos o por lamidas sobre heridas abiertas. No se ha descrito la transmisión de la rabia entre humanos, a excepción de algunos casos de trasplante de córnea de donantes que habían muerto sin diagnóstico de rabia.
Según los datos publicados en el Rabies Bulletin Europe en el tercer cuatrimestre del año 1998, los países libres de rabia en Europa son: Albania, Finlandia, Grecia, Islandia, Irlanda, Italia, Noruega, Portugal, España (excepto Ceuta y Melilla), Suecia, Macedonia, Reino Unido e Irlanda del Norte.
A pesar de que Cataluña está libre de rabia (desde el año 1966, y probablemente desde antes, no ha habido ningún caso), son frecuentes las consultas por este tema, así que se ha creído oportuno protocolitzar las actuaciones a realizar en el caso de mordiscos de animales a personas, puesto que los animales que muerden pueden ser de origen desconocido o proceder de otro país donde haya rabia.
Las medidas que se tendrán que tomar ante un mordisco de animal son las siguientes:
1. Tratamiento local de la herida
a) Lavado de la herida con agua y jabón. Se ha demostrado en animales de experimentación que el lavado esmerado de la herida con una solución de jabón al 20% puede reducir el riesgo de rabia en un 90%, especialmente si la herida es superficial.
La aplicación de desinfectantes como el ácido nítrico o compuestos de amonio cuaternario (0,1%) no se ha demostrado más efectiva que la solución de jabón al 20%, por eso no se recomanan.
b) En las heridas en las cuales se sospeche que hay infección bacteriana, se realizará profilaxis con antibióticos.
2. Profilaxis antitetánica
Se aplicará la profilaxis antitetánica en todos los casos en que la persona mordida no esté vacunada correctamente.
3. Profilaxis antiràbica
Según el artículo 348 del Decreto de 4 de febrero de 1955, por el cual se aprueba el reglamento de epizoòties, las medidas tomadas en caso de rabia animal (vigilancia del animal durante 14 días) quedan anuladas cuando han pasado 3 meses sin que se haya presentado ningún nuevo caso de rabia.Teniendo en cuenta esta consideración, las medidas que tendremos que adoptar en el animal y en la persona mordida por el que hace referencia al tratamiento antiràbic serán las siguientes:
a) Animal doméstico autóctono (perro o gato) o procedente de zonas libres de rabia. Si el animal es conocido y procede de una zona libre no se hará vigilancia del animal ni tratamiento antirábico al afectado.
b) Animal doméstico que provenga de una zona endémica de rabia. Se tendrá que vigilar el animal durante 14 días. Si no se puede hacer la vigilancia del animal, procederemos a dar la gammaglobulina antiràbica y la vacuna antirábica directamente.
c) Animal doméstico que haya desaparecido. Si no se puede saber de donde proviene el animal, valoraremos en qué localidad se ha producido el mordisco, la posible procedencia del animal, la localización del mordisco en el cuerpo, la importancia del mordisco y la forma en que se haya producido. Esto nos hará decidir si tenemos que dar vacuna antirábica única o gammaglobulina antiràbica y vacuna.
d) Animal doméstico de origen desconocido. Se tendrá que vigilar el animal durante 14 días.
e) Si el animal muere después de morder a la persona. Se investigará la causa de la muerte y se enviará la cabeza del animal al laboratorio para descartar o confirmar la presencia o ausencia de virus ràbic. En caso de presencia del virus, se tendrá que administrar al afectado la vacuna y la gammaglobulina antiràbica.
f) Animal salvaje. Dado que en Cataluña no tenemos rabia en animales salvajes, no se prescribirá el tratamiento antirábico.
g) Si el animal es un murciélago. Durante el año 1987 en el Estado español se detectaron los primeros casos de rabia animal en murciélagos insectívoros. Ante un mordisco de murciélago se procederá a prescribir gammaglobulina antiràbica y la vacuna antiràbica. En el supuesto de que se consiga el animal y esté muerto, se enviará a analizar.