La visita tiene como objetivo conocer de primera mano una historia dura y aterradora con la cual tomar conciencia de lo que el ser humano puede llegar a construir y que se nos acerca en la figura de la Maternidad de Elna.
“Una oleada de exiliados presionaba la frontera francesa. Era el enero del 1939 y los vencidos de la guerra civil se escurrían por cada paso de montaña, por cada entrada de caminos, por la carretera...
Pero las condiciones de los campos eran deplorables. Para muchos refugiados, el ingreso fue el inicio de otra pesadilla. Los gritos "allez!, allez!" de los gendarmes y las telas metálicas bordeando las playas se incrustaron en la memoria de los exiliados. El hambre, la sed, el frío y el desprecio de las autoridades francesas marcaron como hierro al rojo vivo el resto de sus vidas”
Fragmento de La maternitat d'Elna. Bressols dels exiliats de Assumpta Montellà
Los estudiantes tienen el privilegio de conocer el relato de manos de la historiadora Assumpta Montellà, quién escribió en el 2006 el libro La maternitat d'Elna. Bressols dels exiliats, donde se recogen las memorias de la todavía viva en aquel momento, Elizabeth Eidenbenz, protagonista de la historia.
Elisabeth Eidenbenz era una maestra suiza que llegó a Madrid con 24 años como voluntaria de la Asociación de Ayuda a los Niños de la Guerra para ayudar madres y niños durante la Guerra Civil española, formando parte de un envío de ayuda humana y material. Cuando cayó la república se desplazó con los refugiados dedicándose a buscar y recoger a las embarazadas de los campos de internamiento franceses, especialmente el de Argelers. Para dar respuesta a las necesidades de atención de las mujeres y los niños, creó la Maternidad en la villa de Elna, donde todavía encontramos el edificio reconstruido y convertido en un memorial a la luz que abrió en aquel horror y sufrimiento de las mujeres republicanas y judías.
Los estudiantes disfrutan mucho escuchando a Assumpta Montellà, sienten como la emoción les resuena y son capaces de comprender la dimensión de los hechos. Nadie queda estático, macilento, desvanecido… Las reflexiones realizadas en el aula sobre el valor de las curas emergen y empiezan aparecer en sus discursos. Los conocimientos los enpoderan y la vivencia a través del relato de Assumpta les da fuerzas para manifestarse, otorgando valor a la profesión enfermera.
Esta salida nunca ha defraudado. Las expectativas se han cumplido y los objetivos se han logrado. En todos los estudiantes, la visita a la Maternidad de Elna supone un punto de inflexión que recordarán siempre.
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